¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

martes, 22 de mayo de 2007

El baile del miedo y la locura




Tenuemente se levanta mi almohada. Amanece un nuevo día entre físicas verdades e hipócritas pensamientos. Me gusta susurrarle al viento mil locuras aunque haya gente que se empeñe en recordarme que estoy loco, que digo cosas sin pies ni cabeza, que nunca nada llegará a buen puerto. Pero esas personas no conocen más que una máscara tras la que se esconde la playa de la que partió la locura que al viento tiro y muchos otros de mis infinitos yos que en conjunto me definen como este ser informe y confuso que puebla el mundo en un vano intento de cambiarlo.


Nadie entendió esa lágrima, nadie entendió esa nota discordante con la música que de normal se oye y escucha. Pero no me preocupa y sí al mismo tiempo. El allí y el aquí nunca tuvieron nombres y apellidos tan claros como ahora.


Me encantaría poder gritar al viento mis reales locuras, las verdaderas ideas que recorren mi ser, lo que de verdad supone ser quién soy y como soy en el mundo de hoy. Pero ahora mismo me conformo con susurros, susurros claros eso sí pero recubiertos del miedo a que traspasen fronteras para las que aún no estoy preparado.


El miedo jugaba con una maraña de ideas, que a veces abrazaba locamente en su ahínco por no soltarlas, otras veces se desvanecía cansado, muy cansado, y las soltaba cuando ya ni existía. Fue buen perro guardián pero me gustaría que desapareciera, que se encaminara hacia el suicidio voluntario o hacia el patíbulo obligado por algún tipo de oculta y sabia razón. Pero aún no, ahí sigue.


Pero en ocasiones el miedo no desaparece sino que hace una apuesta con la locura que ha tomado a las ideas como cuerpo. Y de repente, justo cuando se va a desarrollar la apuesta, el miedo y la locura toman cuerpos humanos y apuestan un baile, un baile sincero en el que al acabar el que peor haya bailado lo debe confesar. Y casi siempre es el patoso miedo quien baila peor pues el desparpajo de la locura no tiene parangón.

jueves, 17 de mayo de 2007

Odio




No sé a quién, ni porqué ni como empezó. Pero la alegría de mi corazón un día se borró. Pero seguía en mi cara, por amor a los demás, porque en el lado oscuro me prometí que no iba a caer jamás... Pero de mi cara la alegría esta tarde se quitó siguiendo sin saber porqué. Yo no digo las cosas, muchas veces las callo para no ofender, para evitar malos rollos que siempre parecen caer aunque sea sin querer.


Me doy cuenta día a día de que no todo el mundo es bueno y ese choque de intereses me confunde. Me hace odiar a los malos de mi peli que son buenos en la que ellos están rodando.


Pero no tengo claro quienes son los malos.


Yo no soy de los que piensan que el hombre es un lobo para el hombre. Es más bien la sociedad quienes nos confunde, quien nos enfrenta y confronta.


Hubo una época en la que sí que supe a quien odiaba y porqué pero ahora pequeños detalles son los que diferencian el odio del amor. Un día puedo odiar a alguien y al siguiente quererle y a añorarle como si ese alguien nunca hubiese sido odiado. Por lo tanto mi odio actual no es un odio de verdad, o eso yo creo, si no un distanciamiento paulatino de aquellos que no son mis verdaderos amigos, que no se preocupan por nada más que cosas que no importan en realidad. Pero bueno... quizá ellos piensen lo mismo de mí y me da igual. Yo me quedo con mis amigos de verdad. Pero aún queda en mí ese dolor. Ese dolor de saber que odio, que odio sin razón y con ella a un tiempo a personas que están en mi vida y no puedo echar, a personas que en el fondo no me caen nada mal. Pero ahí queda esa sencación en mi latiente corazón.

¿Angustia existencial? Puede ser también aunque en verdad nada sé.

martes, 15 de mayo de 2007

Lágrimas


Qué fácil es sentir las huellas clavarse en la arena y qué fácilmente las borra el viento o el mar. Qué fácil es llorar y qué fácilmente se borra la lágrima de nuestro rostro humano para que no nos vean tristes, sufriendo a cada paso, añorando aquella lejana tierra, aquellos amigos que lejos se encuentran.

Lágrimas surcadoras de caras, lágrimas amargas, desconsoladas, terribles, arropadoras, libertadoras... Cuanto tiempo estábamos sin vernos, sin tocarnos. Cuánto tiempo estabas sin derramarte por el balcón de mi mirada. Mis ojos se habían secado de felicidad y ahora vuelvo a hundirme en esta tiniebla. En esta incertidumbre. No es una brisa del pasado, sino algo nuevo del presente.

Las estrellas a veces resplandecen como lágrimas lloradas por el cielo que se quedaron condensadas a una altura considerable. El Sol intenta calentarlas para que caigan, para liberar al cielo, su amigo, de esa infinita tristeza, de ese permanente llorar. Y por el día nos impide ver esas lágrimas a los seres humanos para no entristecer y enfriar nuestras vidas. Ese calor nos recubre, nos fortalece, pero siempre quedaran esas catedrales góticas oscuras, como refugios de la noche y de la tristeza, como refugios de esas lágrimas que hace millones de años se vertieron en el éter, en la nada.

sábado, 12 de mayo de 2007

Divagaciones sin fruto


Mi cabeza se confunde. Mi cabeza deriva a través de uno y mil mares de infructuosos pensamientos mientras miro la vida pasar postrado en una cama, aburrido, inactivo, zombie... Y al pensarlo me arrepiento. Pero sentirlo no basta. Los músculos de la vida se atrofian, ya no funcionan. Se me olvida vivir, se me olvida ser feliz, se me olvida no vivir de rentas, se me olvida darme a cada paso, se me olvida lo que quiero en un futuro y cada día quiero una cosa. O mejor dicho, quizá es que nunca he sabido. ¿Por qué es tan difícil tener las cosas claras? ¿Por qué es tan complicado hablar de corazón?

Un extenso mar azul se extiende delante de mí. Grande, muy grande. Pero yo me mantengo sentado en la cómoda arena de la playa. Pero ya quema y aún no tengo construido ni la mitad del barco que me permitirá cruzar ese océano magnánimo. Muchas personas me ayudan poco a poco a construirlo pero ahora una parálisis extraña se adueña de mí, me comprime el corazón y lo que llevo hecho empieza a ser embebido por las crecientes dunas y me duele. Pero soy incapaz de hacer nada. La nada se adueña de mí y sólo mis sentimientos siguen activos avisándome de que el "turn off" está muy cerca, acechando. Ya no sé si mi barco está aquí o muy lejos.

domingo, 6 de mayo de 2007

El vuelo erróneo de las mariposas


Anoche sensaciones que llevaban tiempo sin visitarme llegaron a mi vida otra vez. Otra vez me sentí inferior, me sentí fuera de lugar. Pero con una diferencia, que ayer fue mi culpa, que ayer no estaba realmente fuera de lugar, que ayer no estaba solo, no estaba abandonado a mi suerte. Ayer creí por un momento que la vida volvía a colocarme en situaciones del pasado y la pagué con personas que no pertenecen a ese pasado oscuro de imbecilidad y masoquismo(siempre metafóricamente) sino a personas que afortunadamente pertenecen a un esperanzador presente. Pero claro ellos no conocen ese pasado, no pueden entender de la forma que repercute en mi presente y no les culpo por ello. No, no es culpa suya. Pero estoy demasiado lejos de muchas cosas que quiero y esas personas que conozco de hace apenas unos meses también son ya queridas pero siento en ocasiones que no me conocen ni yo a ellas, no saben de partes de mi pasado que son imprescindibles para conocerme ni yo del suyo, no saben detalles de mí que me condicionan sobremanera y a mi también se me escapan muchos detalles que quizá si fuera menos payaso ya conociera.

Quizá me pasa como a las mariposas, ellas elevan su vuelo como de una manera indecisa, como inseguras, como si fueran a serles arrancadas las alas. Yo ya pasé ese suelo frío en el que durante un año estuve postrado y me afecta de vez en cuando como una tenue brisa que desequilibra momentáneamente mi vuelo.

Y hoy me río de esa brisa y quizá debería tomarla más enserio. Gracias a Dios hoy se hablaron cosas que anoche quedaron en duda pero no debería reírme, ni contar cien mil veces que cayeron las lágrimas por estos mis ojos como si de una batalla se hubiera tratado. No, no debería.

Lo que más me fastidia es que no he tenido el valor de pedirles perdón por lo que mi loca cabeza no dice ni cuenta, por las paranoias y recuerdos extraños que pasaron anoche por mi cerebro y mi cuerpo a esas dos personas que ahí conmigo estuvieron.
Gracias chicos, me alegro de haberos encontrado.

viernes, 4 de mayo de 2007

Volver


Ha llovido mucho desde la última vez que mis palabras quisieron adentrarse en los extensos dominios cibernéticos. Abril se fue y yo sin aparecer. Pero lo importante es volver, es saber que hay un abstracto lugar de intrépidos verbos que gobiernan ejércitos de palabras voladoras aunque cobardes y valientes. Pero han vuelto las afiladas letras a colmar el país de mi imaginación, las frases y oraciones han plantado el yermo páramo de estrofas, versos y párrafos.


Es importante volver, no sólo a utilizar una pluma en forma de teclado o a leer sentimientos encontrados de este mundo tan humano, sino volver también a aquel lugar que nos vio nacer y crecer y saber que una suave magia de ese sitio nos recorre por todos lados, que llevamos impreso un tatuaje transparente e inintiligible en el que se detalla lo que debemos a ciertos lugares.


Es importante sacar a nuestro ser profundo de la caverna en la que a veces hiberna y que nos hace recubrirnos de un mundo mundano y superficial. Hace poco a mí me pegaron un toque, mi ser profundo empezaba a padecer por inanición. Ahora estoy poco a poco alimentándolo para intentar que vuelva a ser el mismo. Creo que lo conseguiré. Lo salvé a tiempo aunque creo que nunca hubiera muerto, que es un ser inmortal que nos vive muy adentro y a quien siempre se pude recuperar si se necesita. Lo que no sé es si es un ente rencoroso. Espero nunca tener que llegar a averiguarlo.