¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

domingo, 28 de febrero de 2010

Vital océano


Esta noche unos ojos azules me han hablado mudamente de la soledad. Y no es que me dieran miedo ni que me enamoraran sino que me he visto reflejado. Me han enseñado una extraña burocracia que me lleva hacia delante sin freno, con inercia vital, sin plantearme casi nada a la misma vez que lo cuestiono todo, y ello evita cualquier cambio necesario en mí...

De repente miro hacia atrás, como muchas veces hago, y veo tantas y tantas cosas que hice mal... Y no son un trauma para mí, he conseguido seguir hacia delante con normalidad... Aunque quizás nunca asumí realmente lo que estaba mal y me he convertido en el demonio del infierno de Dante personificado en un humano que no mata ni la mosca más pesada de una tarde de verano.

El océano vital es inmenso. Uno cuando empieza a moverse por él apenas sabe. Otros han de tutorizarle durante años hasta que puede un ser humano nadar con eficiencia para continuar saltando olas. Yo he notado que sólo uso los pies y no las manos. Cada vez me hundo más y más en un mar que es mío, en el agua que me pertenece, en mi espacio vital acomodado a lo que venga sin luchar por lo que quiero. Pero sólo sé odiarme por ello, por no explorar un vasto mar, por no sacarle a la vida todo el provecho posible.

martes, 23 de febrero de 2010

Prado minado

Autistas trabajos en grupo. Rodeado de compañeros que no acompañan. Hay maestrías que nunca se dominan, y que nunca podremos dominar. Hay autovías y autopistas en las que uno va a la velocidad mínima. Pero voy, cuando otros hace mucho se quedaron en la cuneta. Sin embargo también hay cosas que jamás podré entender como es que no ayude el que lo debe hacer.

A veces no sé si digo las cosas demasiado poco claras, si soy una pared totalmente opaca que nada deja entrever o si en cambio soy el vidrio que todo enseña, el ser que todo muestra...

Aquellos que me debieran entender, aquellos que deberían conocerme, aquellos que están cerca... no me entienden, no me conocen, están lejos de mi corazón. Y no quiero volver a un campo de minas a que me sigan explotando en la cara, aunque quizás la vida no sea más que eso, un gigantesco prado minado en el que algún día me quedaré quieto por miedo a que me sigan dañando y por ello, ¿deberé conformarme sea lo que sea lo que esté viviendo? ¿Deberé ser un zombie más viendo la vida pasar? ¿O es que en realidad ya lo estoy haciendo?