¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Real o irreal?


Mente en blanco. Ojos en blanco también. Suave exasperación de la nada contenida en el poso inerte del terrazo mayoritario en los suelos de las regiones sureñas de cierto continente. Incomprensión de un mundo que creía entender. 

Verdades y mentiras que se funden en la tela asfáltica que protege la ventana de mi salón ocular. Verdades y mentiras que se unen en la trenza del hilo de Ariadna que se hizo el Minotauro para limpiarse los dientes después de la cena. Verdades y mentiras que se fusionan en la piel que parchea el tambor de mi membrana timpánica ante cosas que escuché y son sin serlo. Verdades y mentiras que confunden a las neuronas, algunas inocentes y otras no tanto, de una mente confiada.

Al tocar el agua del lago una onda se expande y un corazón se contrae ante tanta desidia. La regla de tres daba un número con exceso de decimales para la vida corriente. La raíz cuadrada de un número negativo existía y no a un tiempo. Ser irreal o imaginario es ser. Pero en el mundo de lo real hay que ser real o no eres nada más que una especie de ente ambicioso pero con los días contados, aunque no sepamos bien el número de horas, de ahí la ansiedad imbécil de algunos por seguir escalando por una especie de muro resbaladizo de las lamentables lamentaciones humanas.

Quise conseguir algo mejor y la puerta, antes abierta de par en par, hizo un movimiento hacia el cierre aunque no se cerró del todo. Pero la cierro yo y de un maleducado portazo, no me merece la pena las medias tintas ni los goznes que chirrían en exceso ante la falta de aceite cuando hay portones enormes que se abren sin ruido y con total facilidad. Lo malo es no saber si era real esa puerta o si estaba colocada en un universo inalcanzable de estrellas muy lejanas de nuestro Sol y yo no me daba cuenta. Lo malo es la mentira que subyace en aquello que estuvo cerca.

Es duro ser la herejía de los propios herejes pues no sabe ya uno en este mundo qué hacía.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Sol escondido


¿De qué sirve ser un Sol entre tinieblas? Intentas enhebrar el hilo de la vida en la aguja del tiempo y tejer con todo ello algo de abrigo para el frío invierno. Pero Penélope teje y desteje para que siempre estemos confeccionando efímeras prendas que no protegen nada o casi nada.

Me vi desnudo entre las aguas turbulentas de un mar que no cesa de lanzar olas gigantes. Te arrastra, te lleva y acabas como si nada en un playa paradisíaca solo, como siempre, como es costumbre. La resaca del agua de mar es la peor de las resacas.

Pones empeño, esfuerzo, tiempo y dinero en cosas que se desvanecen como castillos de naipes con la más leve brisa. El sálvese quien pueda es el leitmotiv de demasiadas personas en un mundo en el que los samurais y demás gente de honor son una rara avis en peligro de extinción.

Ahora me toca ponerme una capa genial de invisibilidad que me tape todo entero y que al despertar me permita asegurar que nadie pudo encontrarme pues necesitaba soledad. Quiero que el Sol se esconda, que no me queme ya.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Confianza con fianza




Las letras se desdibujaron, la tinta fue encharcada por la sangre derramada de un corazón que se desborda. Hacer las cosas bien no es garantía, es tontería. Los pasos hacia atrás son los más sabios cuando delante tienes el precipicio desconocido, que igual tiene un metro que ochenta.

La marea subió y bajó caprichosa pero obediente con la luna. Mientras tanto en la fosa más profunda una extraña tranquilidad y un desesperante silencio bajo litros y litros de agua.

Quise sacar el conejo de la chistera y que todos vieran el truco. Pero así no funciona la magia. Quise tocar el instrumento más sencillo. Pero me equivoqué en la primera nota. Quise actuar en el teatro de la vida. Pero los actores experimentados ya saben qué registro tienen que usar en la actuación continua y descabellada del día a día además del cuando y el donde.

Y sentado en un banco o acostado en mi cama pienso en si la coraza que recogí es o no de un muerto. Y vivo pensado y pienso viviendo si la confianza con fianza recogida es un arpía de ojos rojos o un trol de las cavernas polares.

Mañana será otro día, pero en realidad eso es la rutina de cada día, que sea diferente al anterior por lo menos en la fecha.