Vuela, vuela mariposita. Revive, vuelve a nacer, aprende a contemplar otros mundos diferentes pues después saldrás beneficiada. Pero nunca olvides tus mundos primitivos ni tu nido.
Hay viajes que uno empieza solo, muy solo. Descolocado, deseando desesperadamente huir, cambiar de aires. Abrir un par de ventanas en tu vida. Pero lo importante no es como uno empieza, sino como acaba.
Recuerdos me bombardean continuamente, de una realidad pasada, con cosas buenas y también malas, pero no cambiaría nada. Nada. Pues cada uno de los tropiezos, de las caídas, me han enseñado a levantarme, a ansiar algo que sabía que estaba ahí fuera, que existía, pues en parte lo llevo dentro de mí. Sólo hay que aprender a mover las piezas del ajedrez de la vida.
Cada vez veo más claro mi futuro, aunque en realidad nada se sepa, pero ahora ya sé en gran parte quien soy y me he enseñado a quererme tal y como soy. Con mi yo oscuro y triste dentro, pero también con otro mucho más feliz y optimista. Mi ejército donde soy a la misma vez peón, caballo, alfil, reina y rey. Pero eso soy yo, ni más ni menos, ni menos ni más, yo soy como el ying y el yang.
5 comentarios:
Conocerse a si mismo y esperar lo que sabemos que somos capaz de dar y conseguir..Es una hermosa meta.
Un placer llegar aqui.
Hola Fran...
Tu texto de hoy me parece genial...
La seguridad que expresas te llevará a la orientación más adecuada...estoy segura que sí...
¿Te he dicho que me encanta leerte?
PUES ME ENCANTA¡¡¡¡...
Besos.
Envidio todo lo que has aprendido, yo aún no sé ni mover los peones de mi ajedrez. Siempre acabo perdiendo la partida. Supongo que el tiempo me ayudará.
Mientras, disfruta del punto hasta el que has llegado, no todo el mundo lo hace.
Un abrazo.
Basicamente eres el rey, así que ten cuidado con los jaques, que ninguno se convierta jamás en mate.
La vida tiene que ser un vuelo, errante, constante.
Vuela sin miedo.
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