Siento algo muy dentro que se separa de mí. Zarpa hacia puertos lejanos que yo nunca conocí con la inocencia postrada, aquella que yo conocí. Y es que las personas cambian. ¡Qué me lo digan a mí!
Tiembla algo aquí en mi alma. La estructura de madera de mi frágil corazón es comida por termitas de orgullo y desazón. Y grito un poco en silencio, de ese que tanto sé usar, y me da una ecuación que yo no sé interpretar.
Imagino aquellos puertos a los que llega ya, mientras me escribe una carta, de esas que otro alguien escribió ya. Son puertos antiguos, con sabor a viejo y añejo mar. Mientras el puerto de mi alma se desgaja más y más. Terremotos y mil sismos lo sacuden sin parar. Ello junto a las termitas y a este día me va a dejar fatal.
Pero ya pasaron cosas antes, otras veces emigró, y siempre volvió a nuestra patria, un simple objeto sin valor. Y junto a él hablamos y hablamos sin parar. Yo cuento mis puertos visitados pero ese otro alguien visitó más. Y entonces me descubre el suyo, su alma, y yo guardo la mía por si se me fuera a escapar cuando si la compartiera ese otro alguien la sabría, sin duda, arreglar.
Tiembla algo aquí en mi alma. La estructura de madera de mi frágil corazón es comida por termitas de orgullo y desazón. Y grito un poco en silencio, de ese que tanto sé usar, y me da una ecuación que yo no sé interpretar.
Imagino aquellos puertos a los que llega ya, mientras me escribe una carta, de esas que otro alguien escribió ya. Son puertos antiguos, con sabor a viejo y añejo mar. Mientras el puerto de mi alma se desgaja más y más. Terremotos y mil sismos lo sacuden sin parar. Ello junto a las termitas y a este día me va a dejar fatal.
Pero ya pasaron cosas antes, otras veces emigró, y siempre volvió a nuestra patria, un simple objeto sin valor. Y junto a él hablamos y hablamos sin parar. Yo cuento mis puertos visitados pero ese otro alguien visitó más. Y entonces me descubre el suyo, su alma, y yo guardo la mía por si se me fuera a escapar cuando si la compartiera ese otro alguien la sabría, sin duda, arreglar.
4 comentarios:
Me gusta! yo mi alma tampoco la dejo escapar, será el vértigo al no saber que sucederá...
Es que el otro blog, lo volví a publicar hace poco. Un impulso. La mayoría de los textos son de hace año y medio aproximadamente! siempre he sido poco constante para los blogs, aunque ya me voy superando! jejeje
Por cierto, una pregunta :) no te extrañes jeje para poner el contador! en que parte de la plantilla html lo has puesto? es que me puse a probar pero no hay manera! a ver si me lo puedes resolver, te lo agradeceria! ;)
Un abrazo! sigue escribiendo así, me gusta mucho, me identifico bastante y eso me encanta.
Ei, muchas gracias! :) Ya lo he conseguido..! yo es que me iba directamente a lo de edición html, y ahí me armaba un follón entre tanto codigo, vamos, que no es lo mio xD
Un beset!
Hola Fran...
A veces, el alma necesita hablar y compartir vivencias de otras almas...
Bonitas letras...como siempre...
Besos muchos, amigo.
Oh, qué triste.Dejar escapar el alma da miedo,asusta,aunque a veces es bueno dejarla volar.
Saludos.
Publicar un comentario