Despierta. El Sol entra por la ventana. Otro día más. ¿Charcos? Quizás. Pero mi corazón sigue latiendo. ¿Ayer lloré? Ya no lo sé, no me acuerdo. Ayer me perdí en lo charcos que derramaste. ¿Dónde? Ni idea.
Despierto. Ya no estás. Nunca estuviste. Eres sólo un reflejo amargo de mi existencia. Yo soy así, soñador. Nunca derramaste sangre que encharcara mi pecho. Y me duele. ¿Por qué? No lo sé. Bueno... En realidad sí. Sufrir y amar es seguir vivo. Y en ambas cosas me quedo a medio.
Surrealismo. Dalí. Ese sí. Relojes mojados en la leche de mi taza. Gracias por la idea genio. Ahora los comeré. Controlaré el tiempo...
¡Oh, no! Me dormí. Con luz de surrealista se tejía el sueño, con largos bigotes que controlaban temporalmente mi alma dormida y engañada. Esperpento.
Hoy estoy loco, pero sé verlo. Loco por la ausencia de algo que echo en falta y no a un tiempo. ¿Qué es? No lo sé, ni idea, no lo sabré. Pero bueno... la razón volverá mañana cuando las estrellas se hayan ido a dormir. Son ellas y la luna seguro. Y el hombre lobo en que me convierto para mí mismo cuando vierto las palabras en un tiesto.
Oscuro. Mejor. Que no me vea nadie. Quiero desaparecer. Ser yo con todas mis caras ocultas. Sí. Hoy seré dado. Al amanecer tiraré y veremos que cara me toca vivir. Azar, probabilidad... Eso es mi vida y algo más.
Despierto. Ya no estás. Nunca estuviste. Eres sólo un reflejo amargo de mi existencia. Yo soy así, soñador. Nunca derramaste sangre que encharcara mi pecho. Y me duele. ¿Por qué? No lo sé. Bueno... En realidad sí. Sufrir y amar es seguir vivo. Y en ambas cosas me quedo a medio.
Surrealismo. Dalí. Ese sí. Relojes mojados en la leche de mi taza. Gracias por la idea genio. Ahora los comeré. Controlaré el tiempo...
¡Oh, no! Me dormí. Con luz de surrealista se tejía el sueño, con largos bigotes que controlaban temporalmente mi alma dormida y engañada. Esperpento.
Hoy estoy loco, pero sé verlo. Loco por la ausencia de algo que echo en falta y no a un tiempo. ¿Qué es? No lo sé, ni idea, no lo sabré. Pero bueno... la razón volverá mañana cuando las estrellas se hayan ido a dormir. Son ellas y la luna seguro. Y el hombre lobo en que me convierto para mí mismo cuando vierto las palabras en un tiesto.
Oscuro. Mejor. Que no me vea nadie. Quiero desaparecer. Ser yo con todas mis caras ocultas. Sí. Hoy seré dado. Al amanecer tiraré y veremos que cara me toca vivir. Azar, probabilidad... Eso es mi vida y algo más.
3 comentarios:
a veces me cuesta entender lo que escribes. pero describes una sensaciones que no me son del todo desconocidas.
un beso
Alba tiene razón, es difícil entenderte en este texto. Quizá sea demasiado personal, demasiado tuyo. Demasiadas sensaciones que te pertenecen.
No obstante la vida es más que azar, las cosas siempre tiene un por qué, una razón. O eso creo.
Besos, paisano!
Qué bonito texto.La ausencia es lo más surrealista que puede existir,pero a la vez es como ése incesante recuerdo que encharca nuestra mente,no sé.Es horrible.
Me ha encantado.
Saludos.
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