¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

miércoles, 8 de julio de 2015

Para mí

Y aquí sigo, impertérrito. Con el corazón cerrado, los ojos abiertos y las orejas caídas. Con el sentir joven y cansado.

Nunca digas siempre, ni siempre digas nunca. Las palabras siempre fueron de ida y vuelta. Las personas, sin embargo, nunca fuimos. Ni con el verbo ser ni con el verbo ir. 

Es duro tener que volver a escapar por el laberinto de las palabras intrincadas. Tener que perderse, para encontrarse, en el mar de sentidos remolinos, en el huracán de vertiginosas vorágines de puños apretados, en el desierto de arenosas ansiedades, en la selva de las descorazonadoras decepciones. 

Sentir que ahí está el pozo y su fondo, y quizás, sólo quizás, se está a gusto en sus aguas putrefactas. Al fin y al cabo, uno no huele lo que huele como uno. 

Cansancio y hartazgo. Sin saber bien ni el porqué ni el para qué, sabiendo claro el para mí.

1 comentario:

MeTis dijo...

que gracia, al final volvemos todos. Y es que somos masoquistas...

saludos.