¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Mi tren

Un paso, dos, tres o infinitos que me llevan a un tren cada cierto tiempo. El tren acelera, coge velocidad y se desplaza, me desplaza. En él mis mundos se sitúan en el limbo del espacio-tiempo. Mi exilio pasa a ser una extraña pesadilla, o quizás sueño, o se reaviva ante la cercanía de la vuelta a lo lejano.

Crecí escuchando ese tren y no lo sabía. En realidad me hice mayor oyéndo todos los que llegaban y se iban. Pero ni lo percibía. Instituciones consuetudinarias por mi cerebro creadas lo impedían. Pero ahora ya percibo pues se me han abierto los oidos.

Sentado leyendo, sentado durmiendo, sentado hablando, sentado pensando, sentado mirado... en el tren que comunica mis mundos, que comunica mi ser con las dos vertientes de existencia que tengo, la que engañado creé y la que sola se creó.


¿Morriña? Sí y no a un tiempo. El exilio te hace descubrir lo que eres y acompasarlo con el ruido deforme de la vida hasta crear nuestra propia melodía vital. Y ese tren es mi vía para volver. Sea a v o sea a m pues siempre uno vuelve a donde ha estado ya aunque a veces nada parezca verdad. Y parece tanto tiempo el que pasó... que no me lo creo. ¡Pero es verdad!

Mi tren. Mío y de tantos otros. Vías y vías recorre, con el suave traqueteo de un regional. Y lo más bonito es que en medio, entre los dos puntos de una recta, está
m más v entre dos que es igual a a y cuando el tren por a pasa nos deja ver el mar antes de meterse en el profundo tunel del cambio radical.

1 comentario:

Salitre dijo...

Los trenes...los que siempre acabamos comparando con la vida misma, con ese billete de viaje en el que tenemos fecha de ida pero no de vuelta.
Y qué bonito es viajar en tren y soñar mientras ves pasar fotogramas de paisajes que siempre han estado ahí y quizá no les hemos dado la importancia que tenían...eso es lo más bello, que de repente un día, los descubres más auténticos que nunca.

Besitos de ferrocarril!!