¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

martes, 6 de febrero de 2007

Pinceladas de cartón piedra


Un día, hace ya algún tiempo, soñaba que vivía en otra ciudad distinta de la mía. Ya no es un sueño. Pero lo que ocurre es que algunos sueños se hacen realidad y otros no. Y lo que antes era un sueño se puede convertir en pesadilla. No digo que mi nueva ciudad sea una pesadilla, no lo es, pero tampoco es una ciudad de ensueño donde la gente ande bailando, donde la gente hable cantando... Esas ciudades no existen más que en las películas.

Me viene ahora mismo a la mente una escena de una película: "Mi vida sin mí" de Isabel Coixet. En la escena que intento evocar la protagonista entra a un supermercado y de repente empieza a imaginar que todo el mundo baila al son de "Senza fine" de Gino Paoli. Y aunque eso sólo está en la imaginación de la protagonista yo pude ver a esa gente comprar bailando aunque en un medio de mentiras piadosas fuese, que eso es lo que es el cine en última instancia.

Pero quizá no es un sueño lo que se convirtió en realidad, quizá fue un objetivo de mi vida lo que se hizo real.

Objetivos y sueños... Para muchas personas la diferencia está muy clara entre ambos conceptos. Otros, sin embargo, sentimos una finísima cortina entre ambas palabras y no llegamos a diferenciarlas con la suficiente claridad.

Me gustaría coger un pincel, y con suaves pinceladas de color azul marino escribir con letras grandes que mi mayor sueño es un objetivo sin el cual no puedo continuar mi camino. Pero sería amargante, yo creo, porque me llevaría a una paradoja paralizante.

Inconformista seré siempre pero quizá deba conformarme con sueños imposibles y objetivos alcanzables.

10 comentarios:

Rapajic dijo...

Qué grandes verdades cuentas, o tal vez no lo sean pero yo las considere así porque son tan similares a las mías...
El otro día hablaba con una persona acerca de conseguir un sueño y acerca del precio a pagar por tan sólo mantener viva la posibilidad de que un sueño se cumpla, sin ningún tipo de garantías, sin certezas, un alto precio a cambio de una vaga posibilidad y le decía que yo lo pagaría, ¿sabes porqué? Porque la diferencia entre objetivos y sueños es que los objetivos son (o han de ser) alcanzables y los sueños no necesariamente, por eso cuando vislumbramos un sueño en la lejanía debemos ir a por él, sin parar a sopesar que tal vez tan sólo sea un imaginario y diminuto oasis en medio de un inmenso y real desierto, pero al menos, mientras avanzamos queriendo alcanzarlo nos sentimos realmente vivos, al menos durante ese trayecto.
Luego te voy a enlazar en mi blog, me gusta realmente lo que dices y cómo lo expresas, enhorabuena.

FrAn dijo...

Los sueños pueden ser o no inalcanzables, pero aquellos de los que tenemos la certeza de que son totalmente inalcanzables dejan de ser sueños para convertirse en utopías. Recuerdo, como si fuera ayer, una clase de Ética en 4º de la ESO. Hablábamos de la utopía y leíamos un poema de un autor cuyo nombre cayó en el baúl de mis olvidos. Ese poeta hablaba de que lo importante de las utopías no es el llegar a alcanzarlas, porque es imposible en muchos casos, sino el camino que se traza intentándolo y lo que se gana en ese camino. Tus palabras me lo han traido a la mente. El trayecto a ese sueño imposible causa sensaciones que serían imposibles en otros casos.

Un saludo

MeTis dijo...

yo creo que lo tenemos que tener claro es que los sueños son eso precisamente, lo que tenemos que marcarnos son objetivos, aun cuando estos pueden no realizarse, pero en esta vida hay que ser realista y yo no soy de las de "de sueños tambien se vive", no señor, a otra con ese cuento. Yo por si acaso no me marco ni objetivos en esta vida. que venga lo que dios quiera.

saludos

Le Mosquito dijo...

Hola, Fran:
Estoy un poco apretado de tiempo hoy, pero seguro que regreso en otro momento para leer con detenimiento tus textos.
Gracias y hasta la próxima.

Artic dijo...

Esto es filosofar, compañero. Y lo demás tonterías. A veces grandes tonterías.

Un saludo.

FrAn dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios y bienvenidos a mi pequeño mundo.

Clarice Baricco dijo...

Tú escribe todo lo que tengas que escribir, sin cuestionarte nada, escribe y tus pinceladas serán el testimonio de tus sueños.
Pièrdete en las letras de tus sueños, sè que valdrá la pena.
La película que mencionas es una de mis favoritas, tengo un texto sobre ella.
Un placer conocerte y agradecida por tu visita.

Abrazos...

Martín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martín dijo...

Esa película, "Mi vida sin mí", debe haberse inspirado bastante en "Bailarina en la oscuridad", de Lars Von Trier, donde en medio de las escenas más dramáticas, la protagonista (interpretada por Björk) fantasea con que todos son actores en un musical que bailan y cantan. La próxima vez que vaya al videoclub tal vez la alquile.

(Borré el primer comentario porque tenía un error ortográfico)

D. Herque dijo...

Resulta grato entrar en un sitio donde la locura y los sentimientos hacen que las palabras rompan las bridas de las cometas y el silencio sea el ultimo en llegar y el primero en marcharse ante el desparpajo indolente de los verbos.

Un saludo y gracias por tu visita.