Contemplaré cada amanecer con esperanza, aunque sea la esperanza de verme muerto al final del día. Y cada noche me acostaré en mi cama, esté donde esté, y pensaré feliz, triste, compungido, enamorado... o dormiré sin haber pensado antes.
Olfatearé, tocaré, saborearé, miraré y escucharé mi mundo que también es tuyo esté como esté. Recorreré mil yardas o quizás me quede todo el día en una habitación con vistas al mar y recorra el mundo con un suave click o con la mirada ténue a un horizonte siempre lejano.
Me vestiré de fiesta cada día, aunque la actuación derive a comedia, tragedia o a la obra más monótona y rutinaria.
Pero esperaré a que todo aquello que no depende de mí un día consiga a base de mucho buscar y de esa diaria espera que llegue a mi día a día, que sí dependa de mí y de otra persona a la que confíe mi alma, mi vida y todo mi ser.
3 comentarios:
La verdad es que a menudo la espera es una agon�a. Pero las hay que nos ayudan a comprender el camino, a seguir adelante con pasos firmes y no desanimarnos cuando una piedra nos haga tropezar.
Me ha encantado este texto.
[tengo un nuevo blog. P�sate: http://surfeandonubes.wordpress.com ]
La espera ha de ir unida a la paciencia, y no todo el mundo tiene la suficiente.
Besitos :-)
UHHHH...¡¡¡Que lindas letras!!!..
Escribes de maravilla.
Estoy segura de que esa espera dará sus frutos.
Besos, Fran.
Publicar un comentario