¿Dónde has entrado?

Acabas de entrar a un extraño mundo, donde el discernimiento humano escribe con una extraña pluma. Mi teclado es rodeado por mi locura en un extraño halo que no puedo alcanzar a definir y cuando se mezcla con algunos profundos sentimientos... da este blog como resultado.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Viendo las estrellas bajo mi piel


Debajo de la piel se esconden los rastros, las huellas de todo, el dolor de la fibra de vidrio rozando mi cuerpo micra a micra, suavemente. Y me pica. Me pica la curiosidad de volver al mundo. A ver el roncar de los osos que hivernan en mí cada noche, a ver esos sueños que nunca recuerdo. Pero duele la fibra de vidrio si abro los ojos.

No puedo quitarme la piel fácilmente como una larga serpiente. O sí. Quizás sí puedo comenzar la lenta transformación en otro. Quizás puedo abrir la puerta que me lleve a esa otra dimensión. Pero siempre hay dos caminos: el fácil y el difícil. Y en ocasiones uno escoge el difícil pensando que a larga será mejor pero quizás no compensa.

Quizás, quizás, quizás... La asquerosa incertidumbre del futuro nos persigue y nunca llega uno a acostumbrarse a las sorpresas. Nunca.

Por eso a veces estoy a punto de coger la puerta y volar, hacia aquello que desconozco, hacia ese futuro real de independencia, aunque sea echar los últimos 4 años por la borda. Pero no, el deber me ata aquí.

Un día cogí la estrella más bonita del firmamento y la chafé en mi pared. Quedó allí un roal plateado fluorescente. Y ahora que quiero despegarla para dormir no me deja. Su luz me atosiga. Así que quizás deba salir a dormir al pasillo de la vida, aunque me puedan pisar.

Pero no. Cada noche miraré ojeroso a la estrella, odiándola y amándola por ser tan bella.

2 comentarios:

-aLBa- dijo...

todos los caminos son costosos. unes menos y otros mas. escoje el que te haga feliz.

y no te rindas nunca.

Rapajic dijo...

No hay nada mejor en esta vida que sentirse uno mismo, ser uno mismo. No quieras ser otra cosa u otra persona, se tú mismo.